¿Por qué los malvaviscos son pegajosos?

Los malvaviscos son pegajosos porque están hechos con gelatina, una proteína derivada del colágeno que se encuentra en la piel, los huesos y el tejido conectivo de los animales. La gelatina es responsable de la textura suave y masticable única del malvavisco y de su capacidad para mantener su forma. Cuando la gelatina se mezcla con agua y se calienta, forma un gel a medida que las moléculas de proteína se entrecruzan y atrapan las moléculas de agua dentro de su red. Esta estructura de gel le da a los malvaviscos su característica consistencia pegajosa y evita que se derritan a temperatura ambiente.

Los factores adicionales que contribuyen a la pegajosidad de los malvaviscos incluyen su alto contenido de azúcar y su tendencia a absorber la humedad del aire. El azúcar actúa como humectante, lo que significa que tiene la capacidad de atraer y retener agua, mejorando aún más la pegajosidad de los malvaviscos. Además, la superficie de los malvaviscos suele estar recubierta con una fina capa de almidón de maíz u otro almidón para evitar que se peguen a ellos mismos o a otras superficies, pero esta capa también puede contribuir a su pegajosidad general.