¿Pueden hacerte daño las langostas y, si pueden, cómo te hacen?

Las langostas pueden hacerte daño, aunque no suele ser con sus garras, como la mayoría de la gente podría suponer.

1. Reacciones alérgicas

Una forma en que pueden causar daño es a través de reacciones alérgicas. Algunas personas son alérgicas a la carne de langosta y consumir incluso una pequeña cantidad puede provocar una respuesta grave, que incluye dificultad para respirar, hinchazón, urticaria y náuseas.

2. Infecciones bacterianas

Las langostas, como muchos otros mariscos, pueden portar bacterias que pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos. Bacterias como Vibrio parahaemolyticus o Escherichia coli pueden contaminar la carne de langosta y provocar síntomas como diarrea, vómitos, dolor abdominal y fiebre. Las prácticas adecuadas de cocción y manipulación de alimentos son cruciales para eliminar estos riesgos.

3. Cortes de concha

Si bien las pinzas de langosta no son tan peligrosas como algunos podrían creer, sus caparazones pueden ser afilados y causar cortes o heridas punzantes. Si el caparazón de una langosta corta accidentalmente la piel, existe riesgo de infección. Asegúrate de manipular las langostas con precaución, usando guantes o pinzas para evitar el contacto directo con sus bordes afilados.

4. Accidentes con trampas para langostas

Las trampas para langostas y las bandas utilizadas para asegurar sus pinzas durante la manipulación y el transporte pueden representar riesgos tanto para los pescadores como para las personas que manipulan las langostas. Las bandas mal aseguradas o el mal manejo de las trampas pueden provocar lesiones, incluidos dedos o extremidades pellizcadas.

Es importante tener cuidado al manipular langostas y seguir las pautas recomendadas de seguridad alimentaria, especialmente si tiene alguna alergia o inquietud. Si manipula langostas vivas, tenga en cuenta sus comportamientos defensivos y evite movimientos bruscos que puedan provocarlas.