¿Cómo se pudre un tomate?

La pudrición del tomate es un proceso natural provocado por microorganismos, principalmente hongos y bacterias. Varios factores contribuyen a la pudrición del tomate:

1. Infección por hongos:Los tomates son susceptibles a diversas enfermedades fúngicas, como Botrytis cinerea (moho gris), Rhizopus stolonifer (moho del pan) y Aspergillus niger (moho negro). Las esporas de hongos pueden ingresar fácilmente a la fruta a través de grietas o heridas durante la cosecha, el transporte o el almacenamiento. Una vez dentro, se alimentan de los nutrientes y la humedad del tomate, provocando una pudrición blanda.

2. Infección bacteriana:bacterias como Pseudomonas spp., Erwinia spp. y Xanthomonas spp. También puede causar la pudrición del tomate. Estas bacterias pueden entrar a través de aberturas naturales o grietas de la piel, provocando pudriciones suaves que se extienden rápidamente por toda la fruta. Las infecciones bacterianas suelen provocar una textura viscosa o acuosa en las zonas afectadas.

3. Factores ambientales:las altas temperaturas, la humedad y la mala ventilación crean condiciones favorables para el crecimiento microbiano. Los tomates que están expuestos a calor prolongado o almacenados en ambientes húmedos son más propensos a pudrirse. La alta humedad fomenta la germinación de esporas de hongos y el crecimiento bacteriano.

4. Daño físico:El daño físico durante la cosecha, el transporte o la manipulación puede crear puntos de entrada para que los microorganismos infecten la fruta. Los hematomas, cortes y grietas en la piel del tomate proporcionan un fácil acceso para que los agentes causantes de la pudrición penetren en el tejido.

5. Sobremaduración:A medida que los tomates maduran, sus mecanismos de defensa naturales se debilitan, haciéndolos más vulnerables al ataque microbiano. Los tomates demasiado maduros se vuelven más blandos y tienen un mayor contenido de azúcar, lo que atrae aún más a los microorganismos.

Para evitar que el tomate se pudra, es fundamental seguir prácticas adecuadas de cosecha y almacenamiento:

- Coseche los tomates en el momento adecuado de madurez para garantizar que tengan la resistencia adecuada al deterioro.

- Manipule los tomates con cuidado para minimizar el daño físico.

- Guarde los tomates en un ambiente fresco, seco y bien ventilado para inhibir el crecimiento microbiano.

- Desechar los tomates que presenten signos de podredumbre para evitar la propagación de microorganismos.

Las técnicas adecuadas de manipulación y almacenamiento pueden reducir significativamente la incidencia de la pudrición del tomate y mantener su calidad durante un período más largo.