¿Cuál es la mejor tierra para los tomates?

El mejor tipo de suelo para cultivar tomates es un suelo bien drenado, fértil y ligeramente ácido con un pH entre 6,0 y 6,8. Debe ser rico en materia orgánica, como compost, estiércol o turba, para proporcionar a las plantas los nutrientes esenciales. Los suelos franco arenosos o franco limosos son ideales para cultivar tomates, ya que proporcionan un buen drenaje y aireación y al mismo tiempo retienen suficiente humedad. El suelo también debe modificarse con un fertilizante de liberación lenta para proporcionar a las plantas un suministro constante de nutrientes durante toda la temporada de crecimiento.