¿Qué pasó con las galletas que no se guardaron en un recipiente hermético?

Cuando las galletas no se guardan en un recipiente hermético, se vuelven rancias y pierden su frescura. Esto se debe a que el aire contiene humedad, lo que puede hacer que las galletas se ablanden y se vuelvan masticables. Además, el aire también puede provocar que las galletas se oxiden, lo que puede provocar una pérdida de sabor y nutrientes. Para evitarlo, las galletas deben guardarse en un recipiente hermético en un lugar fresco y seco.