¿Cómo se creó el maíz?

El maíz, también conocido como maíz, no fue "creado", sino que evolucionó a través de siglos de cultivo selectivo por parte de los pueblos indígenas a partir de su ancestro teosinte, una hierba silvestre originaria del sur de México y América Central.

El proceso de cultivar y refinar maíz a partir de teosinte implicó seleccionar plantas con características deseables, como granos grandes, sabor dulce, mayor resistencia a plagas y enfermedades y mayores rendimientos. Los agricultores indígenas utilizaron métodos de mejoramiento tradicionales, incluida la polinización cruzada y el aislamiento de los rasgos deseados durante generaciones, para mejorar continuamente sus cultivos de maíz.

Esta modificación gradual, guiada por elecciones y preferencias humanas, finalmente resultó en la domesticación del maíz, transformándolo en la forma moderna que conocemos hoy. El desarrollo de diferentes variedades de maíz también jugó un papel importante en la diversidad cultural y gastronómica de diferentes regiones del mundo.