¿Qué tipo de cenas puedes congelar?

Hay muchos tipos de cenas que se pueden congelar, entre ellas:

Sopas y guisos: Estos se pueden preparar con anticipación y congelar en porciones individuales para comidas fáciles entre semana.

Cazuelas: Los guisos son otra excelente opción para congelar, ya que se pueden preparar y cocinar fácilmente con anticipación.

Platos de lasaña y pasta: Los platos de lasaña y pasta también se pueden congelar y son una excelente manera de alimentar a un grupo grande de personas.

Platos de carne: Los platos de carne, como el pollo asado, el estofado de ternera y el lomo de cerdo, también se pueden congelar y recalentar para obtener una comida rápida y sencilla.

Platos de pescado y marisco: Los platos de pescado y marisco, como filetes de salmón, gambas al ajillo y tacos de pescado, también se pueden congelar y recalentar.

Postres: Los postres, como pasteles, tartas y galletas, también se pueden congelar y disfrutar más tarde.

Cuando congele cenas, asegúrese de usar recipientes herméticos o bolsas para congelar para evitar quemaduras en el congelador. También puedes etiquetar los recipientes con la fecha para saber cuándo se congeló la comida. La mayoría de las cenas congeladas se conservan hasta por 3 meses.