¿De qué está hecho el yogur?

El yogur es un producto lácteo fermentado producido por la fermentación bacteriana de la leche. Las bacterias utilizadas para elaborar yogur se denominan cultivos de yogur. Estas bacterias convierten la lactosa, el azúcar natural que se encuentra en la leche, en ácido láctico, lo que le da al yogur su característico sabor agrio y su consistencia espesa.

El tipo de yogur más común se elabora con leche de vaca, pero también se puede elaborar con otros tipos de leche, como leche de cabra, leche de oveja o leche de búfala.

El proceso de elaboración del yogur comienza calentando la leche a una temperatura determinada. Esta temperatura es lo suficientemente alta como para matar cualquier bacteria dañina que pueda estar presente en la leche, pero no tan alta como para desnaturalizar las proteínas de la leche.

Una vez calentada la leche, se enfría a una temperatura adecuada para el crecimiento de los cultivos de yogur. Luego se añaden los cultivos de yogur a la leche y se deja fermentar la mezcla durante varias horas.

Durante el proceso de fermentación, los cultivos de yogur convierten la lactosa de la leche en ácido láctico. Este ácido láctico le da al yogur su característico sabor ácido y consistencia espesa.

Una vez que el yogur haya fermentado, se puede refrigerar y consumir. El yogur se puede comer solo o como ingrediente en una variedad de platos.