¿Por qué no deberías seguir abriendo la puerta del horno mientras horneas un pastel?

Hay algunas razones por las que no debes seguir abriendo la puerta del horno mientras horneas un pastel:

1. Pérdida de calor: Al abrir la puerta del horno, el calor se escapa del horno, lo que puede afectar significativamente el proceso de horneado. El cambio repentino de temperatura puede hacer que el pastel suba de manera desigual o colapse, lo que resultará en un pastel desigual o hundido.

2. Interrupción del proceso de horneado: Abrir la puerta del horno durante el horneado interrumpe la circulación del calor dentro del horno, lo que puede afectar el tiempo total de horneado y dar como resultado un pastel poco cocido.

3. Formación de costra: Abrir la puerta del horno puede evitar que el pastel desarrolle una corteza adecuada. El cambio repentino de temperatura y humedad puede hacer que el pastel forme una corteza espesa y dura o impedir que se forme por completo.

4. Textura y consistencia: La constante apertura y cierre de la puerta del horno puede provocar fluctuaciones de temperatura, lo que puede afectar negativamente a la textura y consistencia del pastel. Puede hacer que el pastel tenga una textura densa, quebradiza o desigual.

5. Ascenso y caída: Abrir la puerta del horno permite que entre aire frío, lo que puede hacer que el pastel suba rápidamente y luego caiga cuando se cierra la puerta. Esto puede resultar en un pastel con una cúpula grande y desigual que colapsa o se hunde en el centro.

6. Tiempo de cocción: Abrir la puerta del horno con frecuencia puede prolongar el tiempo de cocción del pastel, ya que el horno necesita tiempo para recalentarse a la temperatura deseada después de cada apertura.

Para garantizar un proceso de horneado exitoso, se recomienda minimizar la apertura de la puerta del horno durante el tiempo de horneado. Abra la puerta sólo cuando sea absolutamente necesario, como para comprobar el color y la cocción del pastel hacia el final del tiempo de horneado.