¿Cómo daña la levadura?

Si bien la levadura generalmente es segura y beneficiosa, hay algunos casos en los que pueden causar daño:

1. Alergias:algunas personas pueden tener una reacción alérgica a la levadura, que puede manifestarse en síntomas como erupciones cutáneas, urticaria, hinchazón y dificultad para respirar.

2. Infecciones:en ciertos casos, la levadura puede crecer demasiado y causar infecciones, particularmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados o condiciones médicas específicas. Estas infecciones pueden variar desde afecciones cutáneas superficiales hasta infecciones sistémicas más graves. Candida, un tipo de levadura, es una causa común de candidiasis tanto en hombres como en mujeres.

3. Problemas digestivos:el consumo excesivo de levadura puede provocar problemas digestivos como hinchazón, gases, malestar abdominal y diarrea. Es más probable que esto ocurra en personas sensibles a los hongos o que tienen una afección digestiva subyacente, como el síndrome del intestino irritable (SII).

4. Reacciones autoinmunes:en algunas personas con trastornos autoinmunes o sensibilidad al gluten, el consumo de levadura puede desencadenar una respuesta autoinmune, provocando inflamación y diversos síntomas.

5. Producción de micotoxinas:Ciertas cepas de levadura pueden producir micotoxinas, que son sustancias tóxicas que pueden causar diversos problemas de salud, incluida la supresión inmune, daño a los nervios e incluso insuficiencia orgánica. Sin embargo, es importante señalar que no todas las cepas de levadura producen micotoxinas.

Vale la pena señalar que la sensibilidad o intolerancia a la levadura puede variar entre individuos. Si experimenta síntomas persistentes o preocupantes después de consumir alimentos que contienen levadura, es recomendable consultar a un profesional de la salud para una evaluación y orientación adecuadas.