¿Qué insectos se alimentan de los naranjos?

Hay varios tipos de insectos que pueden alimentarse de los naranjos, entre ellos:

1. Pulgones:estos pequeños insectos de cuerpo blando pueden infestar los naranjos en grandes cantidades y chupar la savia de las hojas, tallos y frutos, provocando coloración amarillenta, marchitez y reducción de la producción de frutos.

2. Ácaros rojos de los cítricos:Estos pequeños ácaros rojizos se alimentan de las hojas de los naranjos, perforan la superficie y succionan el contenido de las células. Esto puede hacer que las hojas se pongan amarillas y caigan prematuramente, lo que reduce la producción de frutos y la salud del árbol.

3. Cochinillas:Las cochinillas son insectos pequeños, inmóviles y con armadura que se adhieren a las ramas y hojas de los naranjos. Se alimentan de la savia del árbol, provocando coloración amarillenta, marchitez y reducción de la producción de frutos.

4. Cochinillas de los cítricos:estos pequeños insectos blancos y algodonosos pueden infestar los naranjos y alimentarse de la savia de las hojas, los tallos y los frutos. Excretan una sustancia melaza que puede atraer hormigas y otras plagas, y su alimentación puede provocar coloración amarillenta, marchitez y reducción de la producción de frutos.

5. Oruga del perro naranja:Las larvas de la mariposa del perro naranja pueden alimentarse de las hojas de los naranjos, provocando en ocasiones una defoliación importante.

6. Moscas de la fruta:Las moscas de la fruta pueden infestar los naranjos y poner sus huevos dentro de la fruta. Las larvas que nacen de estos huevos pueden alimentarse de la fruta, provocando que se pudra y caiga prematuramente.

7. Minadores de hojas de cítricos:Las larvas de minadores de hojas de cítricos se alimentan de los tejidos internos de las hojas de naranja, creando túneles sinuosos llamados minas. Esto puede hacer que las hojas se deformen y caigan prematuramente, afectando la salud y productividad general del árbol.

Para proteger los naranjos de estas plagas, se recomienda una combinación de técnicas de manejo integrado de plagas (MIP), que incluyen monitoreo regular, prácticas culturales (como poda e irrigación adecuadas) y control biológico. Los pesticidas químicos sólo deben usarse como último recurso y de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta.