¿Qué haría que los pepinos se volvieran negros?

Los pepinos pueden volverse negros por varias razones:

1. Daños por frío:Los pepinos son sensibles a las bajas temperaturas y la exposición a temperaturas inferiores a 50 °F (10 °C) puede causar daños por frío. Esta lesión puede provocar el desarrollo de manchas o rayas negras en la piel del pepino.

2. Antracnosis:La antracnosis es una enfermedad fúngica que afecta a varios cultivos de cucurbitáceas, incluidos los pepinos. La enfermedad causa manchas hundidas de color marrón oscuro a negro en la fruta. La antracnosis puede propagarse rápidamente en condiciones cálidas y húmedas y puede provocar una pudrición grave de la fruta.

3. Pudrición apical:La pudrición apical es un trastorno fisiológico que ocurre cuando el suministro de calcio a la fruta en desarrollo es insuficiente. Hace que el extremo de la flor (opuesto al tallo) del pepino se vuelva negro y blando. La pudrición apical a menudo se asocia con prácticas de riego irregulares, alta humedad o deficiencias de calcio en el suelo.

4. Podredumbre blanda bacteriana:La pudrición blanda bacteriana es una enfermedad común que afecta a los pepinos y otras verduras. Es causada por bacterias que ingresan a la planta a través de heridas o aberturas naturales y provocan que el tejido se pudra. Las áreas afectadas se vuelven blandas, blandas y se vuelven negras. La pudrición blanda bacteriana se propaga rápidamente en condiciones cálidas y húmedas.

5. Quemaduras solares:Los pepinos también pueden desarrollar áreas negras si se exponen a una luz solar excesiva, especialmente durante el clima cálido. Los pepinos quemados por el sol muestran quemaduras solares en las áreas expuestas de la fruta y eventualmente pueden volverse negras.

Para evitar que los pepinos se pongan negros, es importante:

- Guarde los pepinos a temperaturas adecuadas (entre 55 y 60 °F/13 y 15 °C) y evite exponerlos a condiciones de frío.

- Administre las prácticas de riego para garantizar una humedad constante y prevenir deficiencias de calcio.

- Inspeccionar periódicamente las plantas en busca de signos de enfermedades o plagas, y aplicar las medidas de control adecuadas si fuera necesario.

- Evite la exposición excesiva a la luz solar, especialmente durante el clima cálido.