¿Cómo conserva la sal la fruta?

Salar la fruta es un método antiguo de conservación de alimentos que se utilizaba antes de la llegada de la refrigeración. La salazón extrae la humedad de la fruta por ósmosis, lo que significa que las células de la fruta pierden agua y la sal ingresa. Esta acción inhibe el crecimiento microbiano y las reacciones enzimáticas que hacen que la fruta se eche a perder.

Es importante tener en cuenta que usar demasiada sal puede hacer que la fruta sea demasiado salada y desagradable. La cantidad de sal utilizada variará según el tipo de fruta y el nivel de conservación deseado. Las frutas con un alto contenido de agua, como las fresas, necesitarán más sal que las frutas con un menor contenido de agua, como los dátiles.

En general, el proceso de salazón implica los siguientes pasos:

1. Prepara la fruta: Lavar y limpiar la fruta, quitando tallos u hojas. Si lo desea, la fruta se puede cortar en trozos más pequeños.

2. Preparar la solución salina: Disuelva la sal en agua en una proporción aproximada de 1:10. La proporción exacta puede variar según la fruta y las preferencias personales.

3. Remojar la fruta: Coloca la fruta en la solución de sal y déjala en remojo durante varios días. El tiempo dependerá del nivel de conservación deseado. Para una conservación a corto plazo, la fruta se puede remojar durante unos días. Para una conservación a largo plazo, la fruta se puede remojar durante varias semanas.

4. Escurrir la fruta: Después de remojar, escurre la solución salina de la fruta.

5. Secar la fruta: La fruta se puede secar al sol o en un deshidratador. Secar la fruta inhibe aún más el crecimiento de microorganismos y ayuda a conservarla por más tiempo.

6. Guarda la fruta: Guarde los frutos secos y salados en un lugar fresco y seco. La fruta se puede almacenar en recipientes herméticos o en bolsas de tela.

Las frutas saladas se pueden utilizar de diversas formas, como en ensaladas, guisos y postres. También se pueden consumir solos como snack.