¿Qué postres comían los reyes y reinas medievales?

1. Un postre popular durante la época medieval, este plato se elabora con arroz molido o almendras y se servía como un dulce espeso y cremoso.

Frumentado :

2. Un postre parecido a un pudín elaborado con trigo o cebada, que a menudo se realzaba con especias y miel para agregar dulzura y sabor.

Posset :

3. El posset, una bebida láctea caliente generalmente mezclada con vino o cerveza y espesada con yemas de huevo, era un placer reconfortante que disfrutaba la nobleza medieval.

Tartas :

4. Aunque la pastelería tal como la conocemos hoy era bastante rara en la época medieval, las tartas eran populares, con rellenos hechos de frutas como manzanas o bayas y una base hecha de pastel de avena.

Tortas de Miel :

5. Como el azúcar era extremadamente escaso y caro en aquella época, la miel se utilizaba mucho como edulcorante. Los pasteles de miel eran un capricho común, combinando miel con harina, especias y, a veces, frutas secas para crear un pastel dulce y húmedo.

Frutas Confitadas :

6. Las frutas a menudo se conservaban y endulzaban hirviéndolas en almíbar o miel. Las frutas confitadas ofrecían un sabor dulce y eran especialmente apreciadas por aquellos que podían permitirse el lujo de pagarlas.

Pudines Dulces :

7. Los pudines eran un postre popular, a menudo elaborado con una combinación de cereales como arroz, avena o trigo, espesados ​​con pan rallado y aromatizados con miel, frutos secos y especias.

Mazapán :

8. La realeza europea medieval comenzó a disfrutar de esta importación de Oriente Medio durante el siglo XIII. Elaborado con harina de almendras, azúcar y, a menudo, aromatizado con agua de rosas, el mazapán era un postre de lujo que disfrutaba la clase alta.

Comfits :

9. Estas diminutas nueces o semillas cubiertas de caramelo eran un dulce que encontró el favor de la realeza medieval. Su preparación requirió un minucioso proceso de múltiples capas de azúcar, dando como resultado un dulce delicioso y decorativo.

Vinos especiados y hidromiel :

10. Si bien no eran directamente un postre, los vinos endulzados y especiados, como el vino caliente o el hidromiel, eran bebidas populares que a menudo se disfrutaban hacia el final de una comida y se consideraban un placer especial.