¿Qué pasa cuando la fruta se echa a perder?

Cuando la fruta se echa a perder, sufre un proceso llamado deterioro, que implica una serie de cambios físicos y químicos. Esto es lo que suele suceder cuando la fruta se echa a perder:

1. Cambios visuales:

- La piel o superficie de la fruta puede decolorarse, mostrando signos de pardeamiento, coloración amarillenta u oscurecimiento.

- Pueden aparecer hematomas o puntos blandos en el fruto.

- La piel puede encogerse o arrugarse a medida que pierde humedad.

2. Cambios de textura:

- La textura de la fruta puede volverse suave, blanda o harinosa a medida que las paredes celulares se rompen.

- La fruta demasiado madura puede desarrollar una textura viscosa debido a la descomposición de la pectina, un compuesto que ayuda a mantener la estructura de la fruta.

3. Cambios de sabor:

- El sabor de la fruta puede volverse suave o desagradable.

- A medida que la fruta madura, los niveles de azúcares naturales aumentan, pero la fruta demasiado madura puede desarrollar un sabor agrio o amargo desagradable debido a la descomposición de otros compuestos.

4. Cambios de olor:

- La fruta en mal estado desprende un olor desagradable característico.

- El olor puede ser causado por la producción de compuestos volátiles, como etanol (alcohol) y ácidos orgánicos, que son subproductos del crecimiento microbiano o reacciones químicas dentro de la fruta.

5. Crecimiento microbiano:

- A medida que la fruta se deteriora, los microorganismos, como bacterias, levaduras y mohos, comienzan a crecer en su superficie y penetrar en la pulpa.

- Estos microorganismos se alimentan de los azúcares y nutrientes de la fruta, contribuyendo a la degradación de sus tejidos y a la producción de olores y sabores desagradables.

6. Valor nutricional:

- El valor nutricional de la fruta en mal estado disminuye a medida que los nutrientes se descomponen o se pierden durante el proceso de deterioro.

- Las vitaminas, minerales y antioxidantes pueden degradarse o volverse menos biodisponibles con el tiempo.

Es importante tener en cuenta que la tasa de deterioro puede variar según el tipo de fruta, sus condiciones de almacenamiento (por ejemplo, temperatura y humedad) y la presencia de daños o magulladuras. Algunas frutas, como los plátanos, maduran rápidamente, mientras que otras, como los cítricos, pueden tener una vida útil más larga. Las prácticas adecuadas de almacenamiento y manipulación pueden ayudar a ralentizar el proceso de deterioro y prolongar la vida útil de las frutas.