¿No debería prohibirse el debate sobre los refrescos?

Orador 1: Gracias, señor/señora presidente. Estoy aquí hoy para defender que no se deben prohibir los refrescos. Creo que los refrescos son una elección personal y que el gobierno no debería interferir en las elecciones personales de la gente.

Los refrescos son parte de nuestra cultura. Los disfrutan personas de todas las edades y de todos los ámbitos de la vida. Son una forma refrescante y agradable de refrescarse en un día caluroso o de relajarse al final de un largo día.

Los refrescos también son una fuente de ingresos para las empresas. La industria de los refrescos crea empleos y contribuye a la economía. Una prohibición de los refrescos tendría un impacto negativo en las empresas y la economía.

Creo que el gobierno no debería prohibir los refrescos. Los refrescos son una elección personal y el gobierno no debería interferir en las elecciones personales de la gente.

Orador 2: Gracias, señor/señora presidente. Estoy aquí hoy para defender que se deberían prohibir los refrescos. Creo que los refrescos son un peligro para la salud y que el gobierno tiene la responsabilidad de proteger al público de los peligros para la salud.

Los refrescos tienen un alto contenido de azúcar. El azúcar es una de las principales causas de obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas. Los refrescos también contienen cafeína, que puede provocar ansiedad, dolores de cabeza y problemas para dormir.

Los refrescos también son una fuente importante de calorías vacías. Las calorías vacías son calorías que no aportan ningún valor nutricional. Pueden provocar aumento de peso y obesidad.

Creo que el gobierno tiene la responsabilidad de proteger al público de los riesgos para la salud. Los refrescos son un peligro para la salud y el gobierno debería prohibirlos.

Refutación 1: El ponente afirma que los refrescos son un peligro para la salud. Sin embargo, no existe evidencia científica que respalde esta afirmación. De hecho, algunos estudios han demostrado que los refrescos pueden tener algunos beneficios para la salud, como reducir el riesgo de cálculos renales.

Refutación 2: El orador afirma que el gobierno tiene la responsabilidad de proteger al público de los riesgos para la salud. Sin embargo, el gobierno no puede proteger a las personas de todos los riesgos para la salud. Si el gobierno prohibiera todo lo que fuera potencialmente dañino, no podríamos disfrutar de muchas cosas en la vida, como conducir automóviles o comer comida rápida.

Conclusión: Creo que no se deberían prohibir los refrescos. Los refrescos son una elección personal y el gobierno no debería interferir en las elecciones personales de la gente. Los refrescos también son parte de nuestra cultura y una fuente de ingresos para las empresas. El gobierno no debería prohibir los refrescos a menos que exista evidencia científica clara de que representan un peligro para la salud.