¿A qué temperatura debe estar el pollo antes de comerlo?

Según el USDA, los pollos enteros cocidos deben alcanzar una temperatura interna mínima de 165 grados Fahrenheit (74 grados Celsius) antes de consumirlos. Esta temperatura garantiza que se eliminen todas las bacterias dañinas presentes en el pollo, lo que lo hace seguro para comer.

Para medir con precisión la temperatura interna de un pollo, inserte un termómetro para carne en la parte más gruesa del muslo, asegurándose de que no toque ningún hueso. Verifique la temperatura en varios lugares para garantizar una cocción completa.

Es importante alcanzar esta temperatura para garantizar la seguridad alimentaria y prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos.