¿Qué puede pasar con los alimentos que comemos cuando la boca no funciona bien?

Cuando la boca no funciona bien, pueden producirse varios problemas relacionados con la digestión de los alimentos. A continuación se muestran algunas posibles consecuencias:

1. Dificultad para masticar: Si los dientes o la mandíbula no funcionan correctamente, masticar los alimentos puede resultar difícil. Esto puede provocar que se traguen trozos de comida más grandes, lo que puede provocar molestias o incluso obstrucciones en el tracto digestivo.

2. Digestión alterada: Cuando los alimentos no se mastican bien, no se descomponen en partículas más pequeñas que las enzimas del estómago y los intestinos puedan digerir fácilmente. Esto puede provocar indigestión, hinchazón, gases u otros problemas digestivos.

3. Malabsorción: Una mala masticación también puede afectar la absorción de nutrientes de los alimentos. Cuando los alimentos no se descomponen adecuadamente, el cuerpo no puede acceder ni absorber las vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales, lo que provoca deficiencias nutricionales.

4. Mayor riesgo de asfixia: Si los alimentos no se mastican correctamente y pequeños trozos entran accidentalmente en la tráquea en lugar del esófago, se puede provocar asfixia. Esto es especialmente riesgoso para personas con músculos debilitados o reflejos alterados en la boca o la garganta.

5. Enfermedades de las encías y caries: Los problemas de salud bucal, como las enfermedades de las encías y las caries, pueden complicar aún más la capacidad de masticar alimentos de forma eficaz. Esto puede crear un círculo vicioso en el que una mala masticación conduce a problemas de salud bucal, y los problemas de salud bucal dificultan aún más la masticación.

6. Pérdida o aumento de peso: Las dificultades para comer pueden provocar cambios en el apetito y el peso. Algunas personas pueden perder peso debido a la reducción de la ingesta de alimentos, mientras que otras pueden aumentar de peso debido al consumo de alimentos poco saludables que son más fáciles de masticar.

7. Impacto social: La dificultad para comer también puede afectar la vida social de una persona. Comer es a menudo una actividad social y no poder participar plenamente puede provocar sentimientos de aislamiento o vergüenza.

Es importante abordar cualquier afección médica subyacente o problema funcional que afecte la boca para garantizar que los alimentos se puedan consumir, masticar y digerir adecuadamente. Las visitas periódicas a un dentista, cirujano bucal u otro profesional de la salud pueden ayudar a identificar y controlar cualquier problema que afecte la boca y la digestión en general.