¿Cómo aprendieron los europeos sobre el chocolate?

A Cristóbal Colón a menudo se le atribuye la introducción del chocolate en Europa cuando regresó de su cuarto viaje en 1502. Se cree que adquirió granos de cacao mientras exploraba el Caribe y América Central, aunque no está claro si él mismo probó la bebida de chocolate.

No fue hasta el siglo XVI que el chocolate comenzó a ganar popularidad en Europa, especialmente en España, donde se disfrutaba como una bebida caliente aromatizada con azúcar y especias. Desde España, el chocolate se extendió a otros países europeos, incluidos Italia y Francia, donde se convirtió en un artículo de lujo que disfrutaban las clases altas y ricas.

Las primeras casas de chocolate se abrieron en Londres en la década de 1650 y, en el siglo XVIII, el chocolate se había convertido en un capricho común en toda Europa. Fue durante esta época que los holandeses establecieron plantaciones de cacao en sus colonias del Caribe y Asia, lo que aumentó significativamente la disponibilidad y asequibilidad del chocolate.

En el siglo XIX, la invención de la barra de chocolate y el desarrollo de técnicas de producción en masa hicieron que el chocolate fuera accesible a un público más amplio. El pastelero suizo Daniel Peter añadió leche al chocolate en 1875, creando el chocolate con leche, que amplió aún más el atractivo del chocolate.

Desde entonces, el chocolate se ha convertido en un producto global y un placer apreciado por personas de todas las edades en todo el mundo.