¿Cómo se transmiten las enfermedades transmitidas por alimentos?

Las enfermedades transmitidas por los alimentos, también conocidas como intoxicación alimentaria, pueden transmitirse por diversos medios. Estas son las principales formas en que se transmiten las enfermedades transmitidas por los alimentos:

1. Alimentos contaminados: Esta es la ruta de transmisión más común. Los alimentos pueden contaminarse con bacterias, virus o parásitos dañinos durante la producción, el procesamiento, el almacenamiento o la preparación. Por ejemplo, la carne, las aves, los mariscos, la leche no pasteurizada y los productos contaminados crudos o poco cocidos pueden albergar microorganismos que causan enfermedades.

2. Contaminación cruzada: La contaminación cruzada ocurre cuando microorganismos dañinos se transfieren de una superficie o alimento a otro. Esto puede suceder durante la preparación de alimentos, cuando la carne o las aves crudas entran en contacto con alimentos listos para comer, como ensaladas o carnes cocidas, o cuando se utilizan utensilios, tablas de cortar o encimeras contaminadas.

3. Malas prácticas de higiene: El lavado inadecuado de manos por parte de los manipuladores de alimentos o la limpieza inadecuada de las superficies y equipos de preparación de alimentos pueden provocar la transmisión de enfermedades transmitidas por los alimentos. Cuando las personas no se lavan bien las manos después de ir al baño, manipular carne cruda o tocar superficies contaminadas, pueden transferir microorganismos dañinos a los alimentos.

4. Cocción inadecuada: Las temperaturas de cocción insuficientes permiten que los microorganismos dañinos sobrevivan y se multipliquen en los alimentos. Esto es particularmente importante con la carne, las aves, los mariscos y los huevos, que deben cocinarse a las temperaturas internas recomendadas para garantizar la destrucción de las bacterias patógenas.

5. Almacenamiento inadecuado: El almacenamiento inadecuado de los alimentos también puede contribuir al crecimiento de microorganismos dañinos. Dejar los alimentos perecederos a temperatura ambiente durante períodos prolongados o almacenarlos a temperaturas incorrectas en el refrigerador o el congelador puede permitir que las bacterias se multipliquen y causen enfermedades transmitidas por los alimentos.

6. Leche y productos lácteos sin pasteurizar: La leche y los productos lácteos no pasteurizados pueden albergar bacterias dañinas, como Salmonella y E. coli. La pasteurización es un proceso que calienta la leche a una temperatura específica para matar los microorganismos que causan enfermedades. El consumo de leche o productos lácteos no pasteurizados aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos.

7. Mariscos crudos o poco cocidos: Ciertos tipos de mariscos, como ostras, almejas y mejillones, pueden contener bacterias y virus dañinos. El consumo de mariscos crudos o poco cocidos puede provocar enfermedades transmitidas por los alimentos. Cocinar bien los mariscos es esencial para eliminar cualquier peligro potencial.

8. Agua contaminada: Beber o utilizar agua contaminada para preparar alimentos puede transmitir enfermedades transmitidas por los alimentos. Las fuentes de agua que no se tratan o filtran adecuadamente pueden contener bacterias, virus o parásitos que pueden causar síntomas gastrointestinales.

9. Manejadores de alimentos infectados: Los manipuladores de alimentos que están infectados con una enfermedad transmitida por alimentos pueden transmitir la infección a otras personas a través del contacto directo o al contaminar los alimentos durante la preparación. Las prácticas de higiene adecuadas y la exclusión de manipuladores de alimentos enfermos son cruciales para prevenir brotes de enfermedades transmitidas por alimentos.

10. Abuso de temperatura: El control inadecuado de la temperatura durante la preparación, el almacenamiento o el transporte de los alimentos puede permitir que las bacterias crezcan y se multipliquen. Mantener los alimentos calientes calientes y los fríos fríos es esencial para prevenir el crecimiento bacteriano.

Si se siguen prácticas adecuadas de seguridad alimentaria, incluida una cocción minuciosa, se evita la contaminación cruzada, se practica una buena higiene y se mantienen temperaturas de almacenamiento adecuadas, se puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos.