¿El queso feta embotellado se echará a perder si no se refrigera?

El queso feta, como cualquier otro producto lácteo, puede estropearse si no se almacena adecuadamente. Si bien el queso feta tiene un mayor contenido de sal que otros quesos, lo que ayuda a conservarlo, aún es susceptible a estropearse.

El queso feta embotellado generalmente se envasa en una solución de salmuera, lo que ayuda a mantener el queso húmedo y evitar que se seque. Sin embargo, la solución de salmuera no protege completamente el queso contra el deterioro. Si el queso feta embotellado no se refrigera, las bacterias que causan el deterioro aún pueden crecer y multiplicarse, causando eventualmente que el queso se eche a perder.

La temperatura de almacenamiento ideal para el queso feta es entre 35°F y 40°F. A esta temperatura, el queso se mantendrá fresco hasta por dos meses. Si no planeas utilizar el queso feta dentro de dos meses, lo mejor es congelarlo. El queso feta se puede congelar hasta por seis meses.

Para descongelar el queso feta congelado, simplemente colóquelo en el refrigerador durante la noche. Una vez descongelado, el queso se puede utilizar como se desee.

Aquí hay algunas señales de que el queso feta se ha echado a perder:

* El queso tiene olor agrio o rancio.

* El queso tiene una textura viscosa o acuosa.

* El queso ha cambiado de color.

* El queso tiene moho.

Si observas alguno de estos signos, lo mejor es desechar el queso feta.