¿Aumenta el pH de la leche a medida que se echa a perder?

Sí, el pH de la leche aumenta a medida que se echa a perder.

La leche fresca tiene un pH ligeramente ácido, normalmente entre 6,5 y 6,7. A medida que la leche se echa a perder, las bacterias y otros microorganismos comienzan a crecer y fermentar la lactosa (azúcar de la leche) en ácido láctico. Este aumento de ácido láctico hace que el pH de la leche disminuya. Sin embargo, a medida que continúa el proceso de deterioro, las bacterias y microorganismos también producen amoníaco y otros compuestos alcalinos, que neutralizan el ácido láctico y hacen que aumente el pH de la leche. Como resultado, el pH de la leche en mal estado puede ser significativamente más alto que el de la leche fresca, alcanzando a veces valores de 7,0 o incluso más.