¿Se puede comer la corteza de los quesos blandos?

La corteza de los quesos blandos generalmente es segura para comer, pero algunas personas prefieren no comerla debido a su textura o sabor. La corteza suele estar hecha de una mezcla de bacterias, moho y levadura que se utilizan para madurar el queso. Estos microorganismos ayudan a crear el sabor y la textura únicos del queso, pero también pueden hacer que algunos quesos desarrollen un olor o sabor fuerte. Si no estás seguro de si comer o no la corteza de un queso tierno, siempre es mejor consultar las indicaciones del fabricante.

A continuación se ofrecen algunas pautas generales para comer la corteza de los quesos blandos:

* La corteza suele ser comestible en quesos blandos que han sido madurados con moho en la superficie. Esto incluye quesos como el brie, el camembert y el gorgonzola. La corteza de estos quesos suele ser blanca o gris y puede tener una textura ligeramente peluda.

* La corteza no suele ser comestible en los quesos blandos que han sido madurados con bacterias o levaduras. Esto incluye quesos como mozzarella, ricotta y feta. La corteza de estos quesos suele ser fina y delicada, y puede tener una textura ligeramente viscosa o acuosa.

* Si no estás seguro de si comer o no la corteza de un queso tierno, siempre es mejor consultar las instrucciones del fabricante. Algunos quesos pueden estar etiquetados como "corteza no comestible" o "corteza no para consumo".

Recuerda que la corteza de un queso tierno puede albergar bacterias, por lo que es importante lavarse las manos después de manipularlo. También es importante refrigerar los quesos blandos una vez abiertos para evitar que se echen a perder.