¿Qué pasará si usas demasiado crémor tártaro?

1. Acidez excesiva:

El crémor tártaro es un ingrediente ácido y su uso excesivo puede hacer que el plato sea demasiado agrio o amargo. Si bien una pequeña cantidad de acidez puede realzar los sabores, una acidez excesiva puede abrumar el paladar y hacer que el plato sea poco apetecible.

2. Regusto metálico:

El crémor tártaro, cuando se utiliza en grandes cantidades, puede dejar un regusto metálico o amargo. Esto se nota especialmente en productos horneados o merengues donde el crémor tártaro no está suficientemente incorporado o disuelto.

3. Textura granulada:

El crémor tártaro es un polvo cristalino y, si no se disuelve o mezcla adecuadamente, puede dejar una textura granulada en el plato. Esto puede notarse especialmente en salsas, glaseados o rellenos. Asegúrese de batir o mezclar bien para asegurar una disolución completa.

4. Levantamiento inhibido:

El crémor tártaro se utiliza comúnmente como agente estabilizante en las claras de huevo para merengues o pasteles de ángel. Sin embargo, usar demasiado crémor tártaro puede inhibir el proceso de batido y evitar que las claras alcancen su volumen completo, lo que resulta en una textura menos aireada y esponjosa.

5. Cuajado o separación:

Cuando se usa en natillas, salsas o platos a base de lácteos, el crémor tártaro excesivo puede provocar que se cuaje o se separe. Esto ocurre porque la acidez del crémor tártaro puede reaccionar con las proteínas de la leche o los huevos, dando lugar a texturas indeseables y una apariencia granulada.

Por eso, es importante utilizar el crémor tártaro con moderación según las medidas recomendadas en las recetas. El uso excesivo puede alterar el sabor, la textura y la apariencia de su plato, impactando negativamente la experiencia culinaria general.