¿Puedes congelar queso en sopa?

Generalmente no se recomienda congelar queso en sopa, ya que la textura y el sabor del queso pueden alterarse cuando se congela y descongela. Algunos quesos, como el requesón y la ricota, no resisten bien la congelación y pueden volverse granulados o acuosos al descongelarlos. Otros quesos, como el cheddar o el parmesano, pueden desmoronarse o perder su sabor cuando se congelan.

Si decide congelar el queso en la sopa, es mejor utilizar un queso duro que mantenga bien su forma y sabor, como el queso cheddar o el parmesano. Ralla el queso y agrégalo a la sopa justo antes de servir, en lugar de congelar el queso directamente en la sopa.