¿Cuáles son los signos de regar demasiado una planta de tomate?

Signos de riego excesivo de una planta de tomate

* Hojas amarillentas: El riego excesivo puede hacer que las hojas de una planta de tomate se pongan amarillas, se marchiten y se caigan. Esto se debe a que el exceso de agua puede ahogar las raíces de la planta, impidiéndoles absorber los nutrientes que necesitan para mantenerse sanas.

* Marchitamiento: El riego excesivo también puede hacer que la planta de tomate se marchite. Esto se debe a que el exceso de agua puede debilitar los tallos de la planta e incapacitarlos para soportar el peso de las hojas y los frutos.

* Pudrición de las puntas de las flores: La pudrición del extremo de la flor es un problema común en las plantas de tomate que se riegan en exceso. Esta condición hace que la punta de la flor del tomate se vuelva negra y se pudra. Está causada por una deficiencia de calcio, que puede deberse a un exceso de riego o a una falta de calcio en el suelo.

* Enfermedades fúngicas: El riego excesivo también puede provocar enfermedades fúngicas, como la pudrición de la raíz y del tallo. Estas enfermedades pueden hacer que la planta se marchite, se ponga amarilla y eventualmente muera.

Si cree que está regando demasiado sus plantas de tomate, hay algunas cosas que puede hacer para corregir el problema:

* Reducir la frecuencia de riego: Deje que las 2 a 3 pulgadas superiores de tierra se sequen antes de volver a regar.

* Riegue profundamente: Al regar, riegue abundantemente hasta que el agua se escurra del fondo de la maceta.

* Mejorar el drenaje: Si sus plantas de tomate están en macetas, asegúrese de que las macetas tengan orificios de drenaje. Si se plantan en el suelo, considere modificar el suelo para mejorar el drenaje.

* Agregar abono: Agregar abono al suelo puede ayudar a mejorar el drenaje y proporcionar nutrientes a las plantas.

* Utilice un pluviómetro: Un pluviómetro puede ayudarle a realizar un seguimiento de la cantidad de agua que reciben sus plantas.