¿Se pensaba que los tomates eran venenosos?

Sí, alguna vez se pensó que los tomates eran venenosos. Esto se debió a un malentendido sobre los efectos de la solanina, un glicoalcaloide que se encuentra en los tomates y otros miembros de la familia de las solanáceas. La solanina es tóxica en dosis altas, pero la cantidad de solanina en los tomates no es lo suficientemente alta como para causar daño. De hecho, los tomates son una buena fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes.

La creencia de que los tomates eran venenosos se originó en el siglo XVI, cuando el médico italiano Pietro Andrea Mattioli escribió sobre los peligros de comer tomates. Mattioli creía que los tomates podían causar diversos problemas de salud, como cáncer, indigestión y alucinaciones. También afirmó que los tomates podrían ser mortales si se consumieran en grandes cantidades.

Las advertencias de Mattioli sobre los tomates se basaron en evidencia anecdótica y no había evidencia científica que respaldara sus afirmaciones. Sin embargo, sus advertencias se tomaron en serio y muchas personas evitaron los tomates durante siglos. No fue hasta el siglo XIX que los tomates comenzaron a consumirse más ampliamente.

Hoy en día, los tomates son una de las verduras más populares del mundo. Se utilizan en una variedad de platos, desde ensaladas hasta sopas y salsas para pasta. Los tomates también son una buena fuente de nutrición y están relacionados con una serie de beneficios para la salud, incluida la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer y accidentes cerebrovasculares.