¿Cómo viaja un óvulo a lo largo del oviducto?

Después de la ovulación, las fimbrias, proyecciones en forma de dedos al final de la trompa de Falopio, recogen un óvulo. Los cilios, pequeñas estructuras parecidas a pelos que recubren las trompas de Falopio, ayudan a mover el óvulo hacia el útero. Además, las contracciones musculares de las trompas de Falopio también impulsan el óvulo hacia adelante.

El paso del óvulo a través de las trompas de Falopio tarda aproximadamente entre 3 y 4 días. Durante este viaje, el óvulo puede encontrarse con espermatozoides si la ovulación y el coito se produjeron aproximadamente al mismo tiempo. La fertilización, el proceso por el cual un espermatozoide penetra y se fusiona con el óvulo, generalmente ocurre en las trompas de Falopio.

Si se produce la fertilización, el óvulo fertilizado, ahora llamado cigoto, continúa su viaje hacia el útero. El cigoto sufre una división celular a medida que viaja, convirtiéndose en un blastocisto.

Cuando el blastocisto llega al útero, se implanta y se incrusta en el revestimiento del útero. La implantación suele ocurrir aproximadamente entre 6 y 10 días después de la ovulación. Una vez implantado, el blastocisto se convertirá en un embrión y, finalmente, en un feto.

En resumen, después de la ovulación, el óvulo viaja a lo largo de la trompa de Falopio mediante la acción combinada de cilios y contracciones musculares. El viaje a través de las trompas de Falopio dura unos días, durante los cuales puede producirse la fecundación y, de ser así, el embrión en desarrollo viajará hasta el útero para su implantación.