¿Se puede sustituir la sal marina al hornear?

Si bien la sal marina y la sal de mesa están hechas de cloruro de sodio, tienen diferentes texturas, sabores y composiciones minerales que las hacen más o menos adecuadas para ciertas aplicaciones de horneado.

Aquí hay algunas pautas que lo ayudarán a decidir cuándo está bien sustituir la sal de mesa por sal marina al hornear y cuándo es mejor seguir la receta original:

1. Textura y Consistencia :

La sal marina suele ser más gruesa que la sal de mesa, lo que significa que puede afectar la textura del producto horneado final. Si usa sal marina en lugar de sal de mesa, vigile la consistencia de la masa para asegurarse de que no se vuelva demasiado gruesa o granulada.

2. Gusto :

La sal marina suele tener un sabor más pronunciado y salado en comparación con la sal de mesa. Si el sabor de la sal marina es demasiado fuerte o diferente al previsto en la receta, puede ser mejor seguir con sal de mesa o probar una sal diferente que complemente los sabores de la receta.

3. Diferencias de volumen y peso :

La sal marina y la sal de mesa tienen diferentes densidades. Una cucharada de sal marina pesa menos que una cucharada de sal de mesa. Si una receta requiere una cantidad específica de sal por volumen, el uso de sal marina puede dar como resultado un menor contenido de sal en el producto final.

4. Minerales y Aditivos :

La sal marina generalmente contiene oligoelementos como magnesio, calcio y potasio, mientras que la sal de mesa puede contener aditivos como yodo o agentes antiaglomerantes. Si le preocupa la ingesta de minerales o posibles reacciones con otros ingredientes, considere la diferente composición de las sales al realizar una sustitución.

5. Tipo de Receta :

Considere el tipo específico de receta al hacer una sustitución. Para preparaciones sencillas como las galletas, donde la sal juega un papel más de fondo, la sal marina puede ser una buena opción para añadir un toque de sabor. Sin embargo, en horneados más delicados o precisos como bollería o panes con levadura, las propiedades y textura de la sal pueden impactar significativamente en el resultado final.

Como norma general, conviene seguir al máximo las recomendaciones de sal de la receta. Si decide sustituir la sal de mesa por sal marina, ajuste ligeramente la cantidad (probablemente reduciéndola entre un 20 y un 25 %) para tener en cuenta el sabor más fuerte de la sal marina y la diferencia de textura.

En caso de duda, siempre es mejor pecar de cauteloso y utilizar el tipo de sal especificado en la receta para garantizar resultados predecibles.