¿Cómo haces para que tus galletas queden blandas en lugar de duras con el polvo de hornear o el bicarbonato de sodio?

El polvo para hornear y el bicarbonato de sodio son agentes leudantes que ayudan a que las galletas queden suaves y esponjosas. El polvo para hornear es una mezcla de bicarbonato de sodio, crémor tártaro y maicena. Cuando se agrega polvo de hornear a una masa, el ácido del crémor tártaro reacciona con el bicarbonato de sodio para liberar dióxido de carbono. Este gas hace que la masa suba y se vuelva esponjosa. El bicarbonato de sodio es una base y, cuando se agrega a una masa, reacciona con los ácidos de la masa para liberar dióxido de carbono. Este gas también hace que la masa suba y se vuelva esponjosa.

En general, las galletas hechas con levadura en polvo serán más suaves que las galletas hechas con bicarbonato de sodio. Esto se debe a que el polvo para hornear contiene crémor tártaro, que es un ácido. El ácido del crémor tártaro ayuda a ablandar el gluten de la harina, lo que suaviza las galletas. El bicarbonato de sodio no contiene crémor tártaro, por lo que no tiene el mismo efecto ablandador sobre el gluten. Como resultado, las galletas hechas con bicarbonato de sodio suelen ser más duras que las galletas hechas con levadura en polvo.

Si quieres hacer galletas blandas, debes usar levadura en polvo en lugar de bicarbonato de sodio. También puedes añadir un poco de maicena a la masa. La maicena es un espesante que ayudará a mantener las galletas húmedas y suaves.