¿Por qué necesitas azúcar para hornear?

Edulcorante: La función principal del azúcar es agregar dulzura a los alimentos. Proporciona el nivel deseado de dulzor en diversos productos horneados, postres y bebidas.

Dorado: El azúcar sufre una reacción química llamada reacción de Maillard cuando se calienta en presencia de proteínas, lo que da como resultado la formación de pigmentos marrones y compuestos aromáticos. Esta reacción es responsable de la corteza dorada de los productos horneados y del atractivo color de los platos caramelizados.

Ablandamiento: El azúcar ayuda a ablandar la carne y las verduras. Extrae la humedad de los alimentos evitando que se sequen durante la cocción. El azúcar también ablanda el gluten de los productos horneados, lo que da como resultado una textura más suave y delicada.

Conservación: El azúcar actúa como conservante inhibiendo el crecimiento de bacterias y mohos. Esta propiedad lo convierte en un ingrediente importante en mermeladas, jaleas y otros alimentos en conserva.

Abultamiento: El azúcar agrega volumen y volumen a los productos horneados. Contribuye a la estructura y textura general de pasteles, galletas y otros pasteles.

Formación de corteza: El azúcar ayuda a formar una corteza crujiente en pasteles y productos horneados al caramelizarse en la superficie durante el horneado.

Potenciador del sabor: El azúcar equilibra y realza otros sabores de los alimentos. Puede intensificar el sabor de frutas, especias y otros ingredientes, creando un perfil de sabor más complejo y agradable.

Fermentación: El azúcar es un ingrediente vital en los panecillos a base de levadura, como el pan y los bollos. La levadura consume azúcar y produce dióxido de carbono, lo que hace que la masa suba y se vuelva esponjosa.

Caramelización: Calentar el azúcar a alta temperatura da como resultado la caramelización, lo que produce un sabor rico y profundo y un color marrón característico. Este proceso se utiliza para hacer dulces, cebollas caramelizadas y otros postres.