Al igual que muchas otras hierbas culinarias, la albahaca es una parte de la familia de la menta amplia y diversa. Se cree que se originó en África, y aunque se puede cultivar en la mayoría de los climas, que sigue favoreciendo a las zonas con mucho sol brillante. El sabor de la albahaca es muy variable, dependiendo del cultivar y de sus condiciones de crecimiento, y puede incluir notas de estragón o anís, flores, limón, eucalipto y alcanfor. Las variedades de la albahaca se utilizan en alimentos de gran parte del mundo, aunque es más un lugar destacado en tailandés y cocina mediterránea.
Un Swoon delicado

Por desgracia, la excelencia culinaria de la albahaca no se corresponde con su durabilidad. Como una planta de clima cálido, albahaca reacciona a la refrigeración por rápido marchitamiento y oscurecimiento, e incluso a temperatura ambiente que lo hará rápidamente marrón y encogerse una vez que se cortó. La mejor manera de mantener utilizable durante unos días es para cortar una o más enteros tallos y colóquelos inmediatamente en un vaso de agua tibia. Esto mantiene el tronco vivo y las hojas verdes durante unos días, que se extiende en gran medida la vida normal de la albahaca. Alternativamente, envolver los tallos en toallas de papel y guárdelas en un lugar fresco - pero no frío -. Puesto en su cocina
Sin contemplaciones

La buena noticia es que la albahaca se mantiene perfectamente utilizable, incluso cuando sus hojas han empezado a marrón y marchitamiento. Utilice un cuchillo afilado o un par de tijeras de cocina para recortar las secciones de color marrón o descoloridos, o simplemente pellizcar con los dedos. La porción restante de la hoja conserva su sabor normal. Si tiene varios tallos de albahaca en toallas húmedas, quitando y usando estas hojas tan pronto como empiezan a marrón o decaimiento ayuda a extender la vida de los demás.
Estirar que más

Si su jardín produce albahaca antes de que puedas usarlo, o si la tienda vende en una cantidad mayor que se utiliza normalmente en una comida, hay otras maneras de preservar el sabor dulce de la albahaca. Uno de los mejores es para convertirlo en salsa de pesto, que luego pueden ser congelados para su uso posterior. Para una mayor versatilidad, simplemente puré la albahaca en el procesador de alimentos o licuadora, junto con una pequeña cantidad de aceite vegetal o aceite de oliva, al abrigo de los fragmentos de hojas. Embale el puré en pequeñas bolsas de congelación, y agregarlo a salsas o platos de pasta, según sea necesario.