¿Puedes guardar salsa de tomate embotellada casera en el cobertizo de tu garaje o explotarán en los meses calurosos?

Almacenar salsa de tomate embotellada casera en el cobertizo del garaje durante los meses calurosos puede presentar riesgos de deterioro y daños. He aquí por qué debes evitar guardar la salsa de tomate en un cobertizo:

1. Fluctuaciones de temperatura:los garajes y cobertizos suelen estar sujetos a importantes fluctuaciones de temperatura, especialmente durante los meses calurosos. Cuando las temperaturas aumentan, la presión interna dentro de los frascos de vidrio sellados puede aumentar, lo que podría provocar que los frascos exploten o revienten.

2. Falta de control de temperatura:a diferencia de una despensa o un refrigerador con temperatura controlada, un cobertizo de garaje no puede mantener una temperatura fresca constante. Las temperaturas fluctuantes pueden afectar la calidad y seguridad de la salsa de tomate, aumentando el riesgo de deterioro y crecimiento microbiano.

3. Exposición a la luz solar:La luz solar directa puede calentar los frascos, provocando que la salsa se expanda y aumentando la presión en el interior. Esto puede provocar que los frascos exploten o que los sellos fallen, comprometiendo la seguridad y la calidad de la salsa.

4. Variación de temperatura:Los frascos de vidrio pueden amplificar rápidamente los cambios de temperatura. Cuando la temperatura baja después de un día caluroso, el rápido enfriamiento puede crear un sello al vacío, lo que dificulta abrir los frascos sin romperlos.

5. Riesgos para la seguridad alimentaria:almacenar salsa de tomate en el cobertizo del garaje puede exponerla a diversos contaminantes, como polvo, insectos y roedores. Esto puede aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos y de deterioro, lo que hace que la salsa no sea segura para el consumo.

Para garantizar la seguridad y la calidad de su salsa de tomate embotellada casera, es mejor guardarla en un lugar fresco y oscuro con temperaturas constantes, como una despensa o un sótano. Evite almacenarlos en áreas que experimenten temperaturas extremas o estén expuestas a la luz solar directa o condiciones fluctuantes.