¿Por qué la comida debería estar en el frigorífico?

Los alimentos deben almacenarse en el refrigerador a temperaturas seguras para frenar el crecimiento de bacterias dañinas. Las bacterias pueden multiplicarse rápidamente a temperatura ambiente y algunos tipos de bacterias pueden incluso crecer a temperaturas tan bajas como 40 grados Fahrenheit.

Almacenar los alimentos en el refrigerador ayuda a mantenerlos frescos y seguros para comer durante períodos más prolongados al reducir el crecimiento de estas bacterias. Refrigerar los alimentos también ayuda a frenar los cambios químicos que pueden ocurrir en los alimentos, que pueden alterar su sabor y valor nutricional.

Estas son algunas de las razones por las que los alimentos deben estar en el refrigerador:

- Para prevenir el crecimiento de bacterias dañinas:las bacterias pueden multiplicarse rápidamente a temperatura ambiente y algunas bacterias pueden duplicar su población en tan solo 20 minutos. Esto significa que los alimentos que se dejan a temperatura ambiente incluso durante unas pocas horas pueden resultar peligrosos para el consumo. Refrigerar los alimentos ayuda a ralentizar el crecimiento bacteriano, dándonos más tiempo para consumirlos antes de que se vuelvan peligrosos.

- Para mantener los alimentos frescos:los alimentos refrigerados durarán más que los que se dejan a temperatura ambiente. Las bajas temperaturas del frigorífico ayudan a conservar los alimentos ralentizando el proceso de deterioro. Esta es la razón por la que los vegetales, las carnes y los productos lácteos duran más cuando están refrigerados.

- Para prevenir la intoxicación alimentaria:La intoxicación alimentaria es una enfermedad que se produce al ingerir alimentos que han sido contaminados con bacterias dañinas. Refrigerar los alimentos puede ayudar a prevenir la intoxicación alimentaria al ralentizar el crecimiento bacteriano y reducir el riesgo de que los alimentos se contaminen con bacterias.

- Para mantener la calidad de los alimentos:Refrigerar los alimentos ayuda a mantener su calidad ralentizando los cambios químicos que pueden producirse. Esto significa que los alimentos conservarán su sabor, textura y valor nutricional por más tiempo cuando estén refrigerados.