¿Qué evita que la lechuga se marchite?

Se puede evitar que la lechuga se marchite almacenándola en un ambiente fresco y húmedo. La mejor forma de hacerlo es envolver la lechuga en una toalla de papel y colocarla en una bolsa de plástico o recipiente con tapa. La toalla de papel ayudará a absorber el exceso de humedad y la bolsa de plástico ayudará a mantener la lechuga fresca. La lechuga también se puede guardar en un cajón para verduras del refrigerador, pero es importante asegurarse de que el cajón no esté demasiado húmedo, ya que esto puede hacer que la lechuga se empape.