Cuando guisas tomates, ¿les quitas la piel?

Al guisar tomates, no es necesario quitarles la piel. De hecho, dejar la piel puede agregar sabor y textura al plato. La piel también ayuda a mantener los tomates unidos y evita que se vuelvan demasiado blandos.

Si lo prefieres, puedes quitarles la piel a los tomates antes de guisarlos. Para ello, simplemente escalde los tomates en agua hirviendo durante unos 30 segundos. Luego, transfiérelos a un recipiente con agua fría y déjalos enfriar por completo. Una vez que los tomates estén fríos, podrás quitarles la piel fácilmente.