Los pasteleros y fabricantes de dulces caseros expertos han sabido por siglos que si el azúcar se calienta a la temperatura adecuada, se puede convertir en filamentos delicadeza de gasa. El proceso es costoso y por lo tanto requiere mucho tiempo, a escala comercial, pero alrededor de la vuelta del siglo 20 inventores estadounidenses encontró una solución mejor. Sus máquinas derretido el azúcar, a continuación, se centrifugaron a alta velocidad a través de agujeros en una cámara giratoria. El azúcar fino hilado endureció en hilos cuando golpeó el aire, produciendo una delicia conocida primero como la seda de hadas o algodón de azúcar.
Vaya grande, o quedarse en casa

grandes modelos algodón de azúcar comerciales están diseñados para trabajar con azúcar granulada ordinario, que es barato y abundante. Máquinas más pequeñas están disponibles para uso en el hogar o vanguardistas restaurantes que deseen experimentar con el potencial del dulce de regalo. Por ejemplo, girando untinted azúcar de vainilla produciría blanco de algodón de azúcar con un sabor de vainilla delicada, que podría ser utilizado como un elemento en un postre de lujo. Algunas de estas máquinas más pequeñas funcionan mejor con el azúcar superfino, así que compruebe el manual de instrucciones antes de preparar su primer lote.