¿Puedes hacer queso con suero de leche en polvo?

Si bien es posible hacer queso con suero de leche en polvo, es posible que no produzca la misma calidad o sabor que el queso elaborado con suero de leche fresco. El suero de leche en polvo carece de los cultivos vivos presentes en el suero de leche fresco, que son esenciales para coagular la leche y desarrollar el sabor del queso. El uso de suero de leche en polvo puede dar como resultado un queso más suave y suave con una vida útil más corta.

Si aún quieres intentar hacer queso con suero de leche en polvo, aquí tienes una receta sencilla:

Ingredientes:

- 1 galón (3,8 litros) de leche entera

- 1/4 taza (60 ml) de vinagre blanco (5% de acidez)

- 1/2 cucharadita (2,5 gramos) de suero de leche en polvo, reconstituido en 1/2 taza (120 ml) de agua tibia

- 1 cucharadita (5 gramos) de sal

Instrucciones:

1. Calienta la leche en una olla grande a fuego medio-bajo, revolviendo ocasionalmente, hasta que alcance una temperatura de alrededor de 86°F (30°C).

2. En un tazón pequeño, combine el suero de leche en polvo reconstituido con 1/4 taza (60 ml) de agua tibia. Revuelva hasta que esté completamente mezclado.

3. Retira la olla de leche del fuego y añade con cuidado el vinagre. Revuelva suavemente hasta que la leche comience a cuajar y separe en cuajada (sólidos) y suero (líquido).

4. Agregue la mezcla de suero de leche en polvo reconstituido a la cuajada y el suero. Revuelva suavemente para distribuir el cultivo de manera uniforme.

5. Cubra la olla y déjela reposar a temperatura ambiente durante 30 minutos para permitir que el cultivo haga su trabajo.

6. Coloque un colador o una gasa sobre un tazón grande. Vierta con cuidado el contenido de la olla en el colador, recogiendo la cuajada en la gasa o colador mientras cuela el suero.

7. Ate los extremos de la estopilla o del colador para formar una bolsa que contenga la cuajada. Cuelga la bolsa o colócala sobre un recipiente para escurrir el suero adicional durante unas horas o toda la noche en el refrigerador.

8. Espolvorea la sal uniformemente sobre la cuajada en la estopilla. Dobla el paño para cerrar, asegurándote de que la sal entre en contacto con la cuajada por todos lados.

9. Refrigere la cuajada durante al menos 6 horas, o preferiblemente durante la noche, para que el queso se endurezca y desarrolle su sabor.

10. Después de la refrigeración, el queso debería estar listo para servir y disfrutar. Guarde el queso en un recipiente hermético en el refrigerador para extender su vida útil.

Recuerde, esta es una receta básica y se puede variar para crear diferentes tipos de queso experimentando con diferentes tipos de leche, variando la cantidad de cultivo o agregando ingredientes adicionales. ¡Disfruta de tu queso casero!