¿Qué pasa si congelas el café?

Cuando congelas café, el agua del café se congela formando cristales de hielo, dejando los demás componentes del café concentrados en el líquido restante. Este proceso puede provocar un cambio significativo en el sabor y la textura del café, haciéndolo más fuerte y potencialmente más amargo. Además, congelar y descongelar el café puede hacer que los posos del café se descompongan y se vuelvan más finos, lo que puede provocar una extracción excesiva y más Sabores amargos cuando el café se recalienta o descongela.