¿Masticar hielo puede provocar recesión de las encías?

Masticar hielo de vez en cuando generalmente no es dañino, pero masticar hielo frecuente y excesivo puede contribuir potencialmente a la recesión de las encías. Cuando muerdes objetos duros como el hielo, se crea una fuerza que puede hacer que las encías retrocedan. Además, la presión constante de morder hielo puede dañar el esmalte de los dientes y hacerlos más susceptibles a las caries.

Aquí hay algunas razones por las que masticar hielo puede provocar una recesión de las encías:

1. Daño mecánico:Masticar hielo puede ejercer una fuerza excesiva sobre los dientes, especialmente cuando se muerde con fuerza. Esta fuerza puede hacer que las encías retrocedan, exponiendo una mayor parte de la raíz del diente y volviéndolo vulnerable a las caries.

2. Sensibilidad a la temperatura:Masticar hielo también puede aumentar la sensibilidad de los dientes y las encías. El frío extremo puede irritar los nervios de los dientes y provocar un dolor agudo y repentino.

3. Desgaste de los dientes:Masticar hielo con frecuencia puede desgastar el esmalte de los dientes, haciéndolos más susceptibles a sufrir caries y daños.

4. Bruxismo:Quienes mastican hielo habitualmente pueden desarrollar una afección conocida como bruxismo, que consiste en rechinar o apretar excesivamente los dientes. El bruxismo puede contribuir a la recesión de las encías y dañar los dientes.

5. Daño a las restauraciones:Si tiene restauraciones dentales como empastes, coronas o puentes, masticar hielo puede hacer que se aflojen o incluso se rompan.

Para proteger sus encías y dientes de la recesión y otros daños, es mejor evitar masticar hielo habitualmente. Si constantemente anhelas texturas crujientes, considera alternativas más saludables como chicle o verduras crujientes.