¿Quién necesita beber más y por qué?

Beber suficiente agua es crucial para una salud y funciones corporales óptimas. Es posible que varios grupos de personas deban prestar especial atención a su consumo de agua:

1. Atletas y personas físicamente activas:

- Durante el ejercicio, el cuerpo pierde agua a través del sudor. Los atletas y las personas que realizan actividades extenuantes necesitan reponer los líquidos perdidos para prevenir la deshidratación, mantener el equilibrio electrolítico y favorecer el rendimiento físico.

2. Adultos mayores:

- A medida que envejecemos, el mecanismo de la sed del cuerpo puede volverse menos eficaz, lo que lleva a una reducción del deseo de beber. Los adultos mayores también pueden experimentar insuficiencia renal, lo que dificulta que el cuerpo regule el equilibrio de líquidos. La ingesta adecuada de agua ayuda a prevenir la deshidratación, apoya la función cognitiva y mantiene el bienestar general.

3. Niños y bebés:

- Los niños tienen una mayor proporción de agua corporal en comparación con los adultos y son más susceptibles a la deshidratación. La ingesta adecuada de agua favorece su rápido crecimiento, desarrollo y diversas funciones corporales. Los bebés, en particular, dependen de la leche materna o de fórmula para hidratarse, y es esencial para su crecimiento y salud en general.

4. Individuos en climas cálidos o altas temperaturas:

- Cuando se expone al calor, el cuerpo pierde agua más rápidamente a través de la sudoración. Las personas que viven en climas cálidos o trabajan en ambientes con altas temperaturas necesitan beber más agua para compensar la pérdida de líquidos y prevenir enfermedades relacionadas con el calor.

5. Mujeres embarazadas y en período de lactancia:

- Las mujeres embarazadas y lactantes tienen una mayor necesidad de agua para sustentar al feto en crecimiento o producir leche materna. Una hidratación adecuada ayuda a mantener un embarazo saludable, prevenir complicaciones y favorecer la producción de leche.

6. Personas con condiciones médicas:

- Ciertas afecciones médicas, como diabetes, enfermedades renales e infecciones del tracto urinario, pueden afectar el equilibrio de líquidos y las necesidades de hidratación. Consultar con un profesional de la salud es esencial para determinar la ingesta adecuada de agua en función de las condiciones de salud individuales.

Es fundamental que todos se mantengan adecuadamente hidratados, pero estos grupos específicos pueden tener un mayor riesgo de deshidratación y es posible que deban estar más atentos a la hora de cumplir con sus necesidades de ingesta de agua.