¿Cuál es la temperatura adecuada para tomar refrescos?

Los refrescos suelen disfrutarse mejor fríos, entre 35 y 45 grados Fahrenheit (2 y 7 grados Celsius). Este rango de temperatura permite la liberación total del sabor, así como una textura satisfactoriamente gaseosa sin adormecer demasiado la capacidad de saborear.