¿Qué pasa con los refrescos que llevan quince años caducados?

Plano y sin sabor: El refresco caducado pierde su carbonatación y se vuelve plano. Los sabores y edulcorantes también se degradan con el tiempo, lo que da como resultado un sabor suave y poco apetecible.

Cambios químicos: La composición química de los refrescos cambia con el tiempo. El gas dióxido de carbono se escapa, lo que hace que el refresco se desinfle. Las moléculas de azúcar se descomponen y pueden formar compuestos como furfural e hidroximetilfurfural (HMF), que le dan a los refrescos vencidos un sabor rancio o parecido al caramelo. Otros agentes aromatizantes y aditivos también pueden degradarse y contribuir al sabor indeseable.

Posible contaminación: Los refrescos caducados pueden contaminarse con bacterias y otros microorganismos. Esta contaminación puede ocurrir por condiciones de almacenamiento inadecuadas o daños al embalaje. El consumo de refrescos contaminados puede suponer un riesgo para la salud y provocar enfermedades transmitidas por los alimentos.

Cambios de color: El color de los refrescos caducados puede cambiar con el tiempo debido a la degradación de los ingredientes. Algunos refrescos pueden oscurecerse, mientras que otros pueden volverse turbios o desarrollar sedimentos. Estos cambios suelen ser inofensivos pero indican el deterioro del producto.

Es mejor descartar: Generalmente se recomienda desechar los refrescos caducados para garantizar la seguridad y la calidad. Es posible que el consumo de refrescos vencidos no cause un daño inmediato, pero no es aconsejable ya que puede tener un sabor desagradable y representar un riesgo potencial para la salud debido a la contaminación o cambios en su composición química.