¿Los refrescos causan pérdida ósea?

La investigación sobre la relación entre el consumo de refrescos y la pérdida ósea ha producido resultados mixtos. Algunos estudios han sugerido que el consumo de refrescos, en particular bebidas tipo cola, puede estar asociado con una disminución de la densidad mineral ósea (DMO) y un mayor riesgo de osteoporosis. Esta asociación suele atribuirse a la presencia de ácido fosfórico en estas bebidas. El ácido fosfórico puede unirse al calcio, reduciendo su absorción y potencialmente provocando pérdida ósea con el tiempo. Sin embargo, es importante señalar que estos estudios suelen ser observacionales y no pueden establecer una relación directa de causa y efecto.

Otros estudios, por otro lado, no han encontrado una asociación significativa entre el consumo de refrescos y la salud ósea. Algunos ensayos clínicos bien diseñados incluso han sugerido que el consumo moderado de refrescos (hasta una porción al día) puede no tener un impacto negativo en la densidad ósea. Sin embargo, el consumo excesivo (varias porciones al día) aún puede estar asociado con un mayor riesgo de pérdida ósea.

Es importante considerar que el consumo de refrescos suele ser parte de un estilo de vida más amplio que incluye otros factores que pueden influir en la salud ósea, como la dieta, la actividad física, la ingesta de calcio y el estado de salud general. Por lo tanto, sacar conclusiones sobre los efectos específicos de los refrescos por sí solos en la salud ósea puede resultar un desafío.

Para mantener huesos sanos y reducir el riesgo de osteoporosis, generalmente se recomienda consumir una dieta equilibrada rica en calcio y otros nutrientes esenciales, realizar actividad física con regularidad y limitar el consumo excesivo de bebidas azucaradas, incluidos los refrescos.