¿A qué temperatura está el té fresco?

El té recién hecho suele tener una temperatura de entre 185 y 195 grados Fahrenheit (85 y 90 grados Celsius) para el té negro y de 160 a 180 grados Fahrenheit (70 a 80 grados Celsius) para el té verde. Estos rangos de temperatura garantizan un macerado óptimo y preservan los delicados sabores y nutrientes sin quemar ni escaldar las hojas de té. Es fundamental seguir la temperatura recomendada para cada tipo de té para conseguir la mejor infusión y no comprometer el delicado equilibrio de sabores.