¿Cuál de los siguientes crecimiento lento de gérmenes?

Hay varios factores que pueden contribuir al lento crecimiento de los gérmenes, entre ellos:

Temperatura: Los gérmenes crecen mejor en un rango de temperatura específico. Si la temperatura es demasiado alta o demasiado fría, su crecimiento se ralentizará o se detendrá. Por ejemplo, la mayoría de las bacterias crecen mejor a temperaturas entre 37 °C y 42 °C (98,6 °F y 107,6 °F), mientras que los hongos crecen mejor a temperaturas entre 25 °C y 30 °C (77 °F y 86 °F). .

Nivel de pH: Los gérmenes también crecen mejor a un nivel de pH específico. Si el nivel de pH es demasiado ácido o demasiado básico, su crecimiento se ralentizará o se detendrá. Por ejemplo, la mayoría de las bacterias crecen mejor a un nivel de pH entre 6,5 y 7,5, mientras que los hongos crecen mejor a un nivel de pH entre 5,0 y 6,0.

Oxígeno: Algunos gérmenes necesitan oxígeno para crecer, mientras que otros no. Los gérmenes que requieren oxígeno se llaman aeróbicos, mientras que los gérmenes que no requieren oxígeno se llaman anaeróbicos. Si el nivel de oxígeno es demasiado bajo, el crecimiento de gérmenes aeróbicos se ralentizará o se detendrá.

Humedad: Los gérmenes necesitan humedad para crecer. Si el ambiente es demasiado seco, su crecimiento se ralentizará o se detendrá. Por ejemplo, la mayoría de las bacterias necesitan una humedad relativa de al menos el 60% para crecer, mientras que los hongos necesitan una humedad relativa de al menos el 80%.

Nutrientes: Los gérmenes necesitan nutrientes para crecer. Si el ambiente no contiene suficientes nutrientes, su crecimiento se ralentizará o se detendrá. Por ejemplo, la mayoría de las bacterias necesitan una fuente de carbono, nitrógeno y fósforo para crecer, mientras que los hongos necesitan una fuente de carbono, nitrógeno y potasio.

Concurso: Los gérmenes también compiten entre sí por recursos, como alimentos y espacio. Si el ambiente está demasiado concurrido, el crecimiento de algunos gérmenes se ralentizará o se detendrá.

Antimicrobianos: Los antimicrobianos, como antibióticos, desinfectantes y conservantes, también pueden inhibir los gérmenes. Estas sustancias pueden matar o retardar el crecimiento de gérmenes.

Controlando estos factores, es posible frenar o detener el crecimiento de gérmenes.