¿Cómo funciona la crioconservación?

La criopreservación es un proceso de enfriamiento de células, tejidos u órganos a temperaturas extremadamente bajas con el objetivo de preservar su viabilidad. El proceso implica varios pasos clave:

Preparación: Las células, tejidos u órganos se preparan cuidadosamente para el proceso de criopreservación. Esto puede incluir lavar, eliminar solutos no deseados y tratar con agentes crioprotectores para reducir el riesgo de daños durante la congelación y descongelación.

Refrigeración: Las muestras se enfrían lentamente a un ritmo controlado para evitar la formación de cristales de hielo dañinos. Esto se puede lograr utilizando una variedad de métodos, como refrigeración, congeladores mecánicos o dispositivos de enfriamiento programables.

Almacenamiento: Las muestras se mantienen en condiciones criogénicas, generalmente a temperaturas inferiores a -130 °C (-202 °F) o en la fase de vapor de nitrógeno líquido (-196 °C/-321 °F). Esta temperatura ultrabaja ralentiza los procesos metabólicos y el movimiento molecular, deteniendo eficazmente la actividad celular y preservando la viabilidad.

Descongelación: Cuando es necesario, las muestras se descongelan cuidadosamente mediante un proceso de calentamiento controlado. Esto implica aumentar rápidamente la temperatura a un ritmo controlado para minimizar la formación de cristales de hielo que podrían dañar las células. A menudo se utilizan equipos especializados, como baños de agua o calentadores criogénicos, para garantizar una descongelación precisa y eficiente.

Rehidratación y recultivo: Después de la descongelación, las células o tejidos pueden sufrir procesos de rehidratación y recultivo. Esto implica proporcionar medios de cultivo y condiciones ambientales adecuados para ayudar a las células a recuperar sus funciones normales y proliferar.

Es importante señalar que las técnicas de criopreservación son altamente especializadas y que la preservación y recuperación exitosas dependen de factores como el tipo de célula o tejido específico, los agentes crioprotectores utilizados y el estricto cumplimiento de protocolos precisos. La criopreservación ha permitido avances significativos en áreas como la medicina, las tecnologías reproductivas y la investigación en ingeniería de tejidos y medicina regenerativa.