¿Es seguro comer un hígado de pollo blando y color canela?

Por lo general, no se recomienda consumir hígados de pollo blandos y color canela, ya que pueden ser un signo de deterioro o contaminación bacteriana.

Lo ideal es que los hígados de pollo tengan una textura firme y suave y un color rojo intenso o marrón rojizo. Si los hígados están blandos, podría indicar que han estado a temperatura ambiente durante demasiado tiempo, lo que ha permitido que crezcan bacterias.

Además, el color tostado puede indicar que los hígados están comenzando a oxidarse, que es un proceso natural que ocurre cuando la carne se expone al oxígeno. Si bien la oxidación no significa necesariamente que los hígados no sean seguros para comer, puede afectar el sabor y la textura.

Para garantizar la seguridad alimentaria, es mejor descartar los hígados de pollo blandos y tostados y optar por hígados frescos y firmes que tengan un color rojo o marrón rojizo saludable. Si tiene alguna duda sobre la calidad o seguridad de los hígados de pollo, es aconsejable pecar de cauteloso y desecharlos.