¿Siguen siendo buenos los hígados de pollo marrones en lugar de rosados?

Eso depende. Los hígados de pollo pueden variar de color de forma natural y, en ocasiones, pueden parecer marrones debido a la oxidación o las condiciones de almacenamiento. Si los hígados huelen fresco, están firmes y se recuperan cuando se tocan y no tienen signos de deterioro, como malos olores, viscosidad o moho, es probable que todavía estén en buen estado. Sin embargo, siempre se recomienda cocinar bien los hígados para garantizar su seguridad. Si el color marrón va acompañado de otros signos de deterioro, lo mejor es desechar los hígados.