¿Por qué las sartenes tienen base de metal?

Distribución uniforme del calor: Los metales como el aluminio, el cobre y el acero inoxidable son excelentes conductores del calor. Cuando se calienta una sartén, la base de metal distribuye el calor uniformemente por toda la superficie, asegurando que los alimentos se cocinen de manera uniforme.

Durabilidad: Las bases metálicas son duraderas y pueden soportar altas temperaturas. Son menos propensas a deformarse o doblarse que las sartenes con otro tipo de bases. Esto los hace ideales para usar en estufas y hornos.

Estabilidad: Las bases metálicas proporcionan una superficie de cocción estable. Ayudan a evitar que la sartén se incline o se tambalee, lo que puede ser especialmente importante cuando se cocina con líquidos calientes o ingredientes pesados.

Compatibilidad con diferentes placas de cocción: Las bases metálicas son compatibles con la mayoría de los tipos de cocinas, incluidas las de gas, eléctricas y de inducción. Esto los convierte en una opción versátil para cocinas con diferentes electrodomésticos.

Fácil limpieza: Las bases metálicas son relativamente fáciles de limpiar. Se pueden fregar con una esponja o cepillo y agua con jabón. Algunas sartenes con base metálica también son aptas para lavavajillas.

En general, el uso de bases metálicas en sartenes proporciona una variedad de beneficios que mejoran el rendimiento de la cocción, la durabilidad y la versatilidad en la cocina.